Área Sanitaria de Melilla

La integración de las pruebas complementarias en la historia clí­nica digital

22/11/2010

Los resultados de los análisis clí­nicos en lí­nea y los pasos dados hacia la receta electrónica, ejes fundamentales del desarrollo tecnológico.

Según la Memoria de Actividades del año 2009 del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) en Melilla, a lo largo del pasado año se han continuado las actuaciones previstas en el Plan Avanz@ para el desarrollo tecnológico del Área de Salud que redundarán en una mejora del proceso asistencial y, en consecuencia, brindarán la posibilidad de ofrecer mejores servicios a los ciudadanos. En artí­culos anteriores de esta serie ya se ha efectuado un largo recorrido de los pasos dados para conseguir la infraestructura que posibilita que, en la actualidad, se pueda acceder desde todo el Área de Melilla a los diferentes paquetes de programas informáticos y herramientas diversas (2/11/2010), así­ como se han explicado los beneficios que ha conllevado la implantación de la historia clí­nica digital en el Hospital Comarcal (08/11/2010) y en Atención Primaria (15/11/2010).

En Atención Primaria la historia clí­nica digital está implementada al cien por cien y se escribe sobre el soporte electrónico, con lo cual la letra siempre es legible. Este hecho, que parece simple en una época de tecnologí­a como la actual, tiene su importancia pues antes, cuando un facultativo tení­a que consultar lo que habí­a escrito otra persona no resultaba tan sencillo. Además, la integración de las pruebas complementarias (radiologí­a, analí­tica, ) facilitan la búsqueda de los datos que necesita el médico para atender al usuario.

Es un enfoque multidisciplinar y el gran avance en este sentido es que, la información de relevancia médica sobre el paciente, se difunde con mayor facilidad entre los profesionales que tienen la necesidad de conocer esa situación para poder atenderlo. Porque, anteriormente, la información quedaba muy compartimentada. Muchas veces las exploraciones radiológicas quedaban archivadas fí­sicamente en el Hospital, no se tení­a acceso a ellas desde Atención Primaria; o bien, se le entregaba al usuario las placas y éstas se perdí­an, o el usuario no las llevaba a la consulta,... De los análisis clí­nicos ni qué decir

Análisis clí­nicos

Sin embargo, en Melilla, desde hace una década, las pruebas de laboratorio, las analí­ticas, están integradas en el aplicativo informático Intralab-IntraHyT , donde se almacenan todos los resultados de los pacientes tramitados por el laboratorio del Hospital Comarcal, con independencia de si esas analí­ticas se hacen en los centros de INGESA o se enví­an a un centro concertado para hacer unas determinaciones concretas, especí­ficas Sea cual sea el proceso, los datos se vuelcan en el aplicativo informático de forma que se integran del mismo modo todos los análisis que se le realizan a un usuario.

Esto permite que una vez localizado el usuario, sea visible el histórico de todos los análisis clí­nicos que se le han realizado: análisis de hematologí­a, de bioquí­mica, de microbiologí­a... Es decir, el mayor acceso a la información sobre el paciente redunda en la posibilidad de prestar una atención de salud más adecuada.

Se evitan pruebas innecesarias ya que no hay pérdidas y la información siempre está disponible. Y, en ese sentido, ahora se está trabajando en el desarrollo de una mejora en el sistema del laboratorio, una versión más avanzada de la analí­tica que va a permitir que la solicitud de los análisis sea por ví­a telemática. Esto va a permitir que se aúnen varias peticiones de los distintos especialistas, de distintos médicos, que atienden al paciente en un sólo acto de extracción, con todas las determinaciones que necesitan cada uno de los facultativos, en lugar de tener que realizar varias extracciones, una por cada análisis que han solicitado.

Al mismo tiempo va a facilitar la labor a la hora de realizar la petición porque el sistema va a avisar al facultativo que el paciente, al que le está pidiendo una analí­tica, tiene pendiente otra.

Hay que precisar que en la mejora del programa los datos no se pierden, es una actualización que no afecta al histórico.

La receta electrónica

En el programa de historias clí­nicas de Atención Primaria hay un módulo para prescribir, para recetar, que facilita la tarea del prescriptor. Es un documento con validez médico-legal que tiene que tener cumplimentada una serie de apartados: los datos de afiliación del paciente, de identificación del prescriptor y los datos en sí­ de la medicación que se prescribe (el principio activo, el nombre, la posologí­a, ví­a de administración, ). El módulo de prescripción captura los datos del usuario y del médico prescriptor, que tiene abierta con su clave la historia clí­nica, y los vuelca en la receta. Luego, hay un sistema de búsqueda para poder prescribir el medicamento que se quiere. Se escribe en texto el nombre del principio activo y, en la pantalla del ordenador, figurarán las presentaciones con los distintos miligramos que hay en el mercado, las distintas ví­as de administración (pastillas, suspensión oral, inyectable ). El facultativo escoge lo que quiere y lo vuelca directamente en la receta.

Este proceso redunda en mayor seguridad para el paciente puesto que se identifica claramente a éste, al prescriptor, y lo que es más importante, se precisa la prescripción que se hace sin que haya dudas a la hora de leer la grafí­a. No hay equí­vocos entre nombres de medicamentos que son similares, obviándose el problema de error de interpretación que existe cuando la letra manuscrita no es clara.

En este sentido, como un paso más en el servicio, hay una lí­nea estratégica para desarrollar la implantación de la receta electrónica. Del mismo modo que se ha implementado la radiologí­a y la analí­tica, se está caminando ahora en esa dirección. La diferencia con la situación actual es que en la receta electrónica las oficinas de farmacia también estarán conectadas al módulo de recetas. Esto permitirá que se pueda realizar la prescripción por ví­a informática y el usuario pueda retirar el medicamento portando sólo su tarjeta sanitaria y, en cualquier oficina de farmacia conectada a la red.

En la actualidad hay constituido un grupo de trabajo (Colegio de Farmacéuticos, oficinas de farmacia, servicios centrales de INGESA ) que está desarrollando los aspectos estratégicos para ir caminando en ese sentido. Ya el pasado verano se incorporaron a este grupo los profesionales de la salud para perfeccionar el software que va desarrollar una empresa especializada. Es el próximo objetivo de Atención Primaria en la utilización de las nuevas tecnologí­as de la información y comunicación.

Cuando se consiga la receta electrónica se eliminarán fallos, se aquilatará el coste de mano de obra y de papel, el paciente podrá solicitar la receta en cualquier farmacia, se evitarán falsificaciones En definitiva, mejor servicio y mayor seguridad, tanto para el paciente como para la organización sanitaria.

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