Área Sanitaria de Melilla

Personal del INGESA estudia los cuidados centrados en el desarrollo de los neonatos

02-dic-2011

En un curso impartido por profesionales del Hospital 12 de octubre de Madrid

Desde el pasado lunes y durante toda esta semana se está celebrando, en dependencias del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA), el curso "Cuidados centrados en el desarrollo. Primer paso para la formación NIDCAP", destinado al personal especializado en la atención a los recién nacidos de forma prematura.

La Federación Internacional NIDCAP, NFI, promueve el Programa NIDCAP (Evaluación y Cuidado Individualizado del Desarrollo del Recién Nacido) en hospitales y fomenta su uso a nivel internacional para apoyar el crecimiento y desarrollo de los bebés prematuros y para mejorar la calidad de su cuidado y el apoyo para sus familias.

Según el profesorado, integrado por profesionales del Hospital 12 de Octubre de Madrid (las neonatólogas Teresa Moral y Noelia Ureta y las enfermeras Rosa Ballesteros y Carmen Maillo), en el curso se analizan una serie de cuidados para favorecer el mejor desarrollo emocional y neurosensorial de los recién nacidos, especialmente de prematuros ya que, cuando nacen, no han desarrollado en su plenitud el cerebro. Entonces, comentan, es muy importante el ambiente en el que esos cerebros se desarrollen, pues esos niños "que todaví­a deberí­an estar dentro del útero de sus madres, nacen en unidades neonatales con mucho ruido, con mucha luz, les cuidan muchas personas diferentes que les tenemos que hacer muchas cosas ". Por ello, hay que establecer una serie de medidas para mejorarles el desarrollo, "posicionarles de la mejor forma, de contenerles cuando están en la incubadora para asemejar la situación a cuando están en la posición que tienen intra útero, la posición fetal". En definitiva, a humanizar el trato a través de "protegerles del ruido, la luz, a cuidar mucho el posible dolor en cada una de las actuaciones, ya que hay que pincharles, cogerles ví­as, ponerles tubos, máquinas para ayudarles a respirar"

Entonces, señalan, es muy importante tomar una serie de medidas que pueden ayudar a "que no tengan tanto dolor, que son las que se llaman medidas de analgesia no farmacológica, que no consisten en darles medicamentos sino en cuidarles de una forma diferente".

Para aplicar todos estos cuidados es muy importante la participación de todos los profesionales. Desde los médicos, a enfermeras y auxiliares y, sobre todo, -apuntan- es esencial la participación de los padres. Pues estos son los principales cuidadores de sus hijos toda la vida pero, desde luego, también en el periodo neonatal. Cuando nace un recién nacido y está enfermo, o cuando nace un recién nacido que es prematuro, "es importante que los padres estén muy cerca, que puedan estar en las unidades neonatales todo el tiempo que quieran, que no tengan horarios, mañana, tarde, noche. Que puedan estar cerca de sus hijos, cogerles "lo que se llama el cuidado canguro (que es el contacto piel con piel)-, con el dorso del papa o mamá con su hijo desnudo, que es "como muchos padres dicen- como volver a tenerlos dentro de la tripa, del útero. Esa situación, que se ha visto en muchos estudios, ayuda al desarrollo de los niños".

Aseguran que, cuando en los paritorios nacen los niños, cuando sea un parto normal o una cesárea que no tenga complicaciones, la forma mejor de favorecer el desarrollo es que después de nacer hay que "ponerles en contacto piel con piel. Que al menos esté durante las dos primeras horas de su nacimiento así­".

Lactancia materna

Señalan también la lactancia materna como elemento fundamental en el desarrollo del neonato, pues "es el mejor alimento que puede recibir un niño durante sus primeros seis meses de vida pero, desde luego, cuando un niño es prematuro, todaví­a mucho más. Porque su intestino, igual que su cerebro, también está inmaduro y el mejor alimento que va a poder recibir es la leche de su madre. Al principio sólo puede recibir unas gotitas de leche pero es muy importante que la colonización de todo el intestino se haga por las bacterias buenas y que no se colonice por las bacterias que hay en las unidades neonatales de los hospitales".

Estos cuidados forman parte de un cambio de actitud, no sólo en el papel que desarrollan los médicos, enfermeras y auxiliares, sino en la dirección de las unidades porque se tienen que realizar cambios de polí­tica para permitir que los padres entren en las unidades, porque "no se pueden hacer cuidados centrados en el desarrollo si no están los padres en las unidades neonatales".

Apuntan que no tienen por qué realizarse cambios estructurales en las unidades para permitir la entrada de los padres, quizás más espacio, pero -aseguran- el primer paso es un cambio de actitud: "de entender la unidad como que los niños son tuyos a pasar a todo lo contrario, que no son tuyos y que tú eres sólo un cuidador y que los niños son de sus padres que son los que tienen que cuidarlos o ayudar a su cuidado", en el sentido de que "cojan al niño en brazos, que le tapen, que le hablen,...".

Esta tendencia, según comentan, está basada en las mejores referencias bibliográficas, en la experiencia y en diferentes estudios desarrollados en su hospital.

Este curso, financiado con fondos propios del INGESA, se ha impartido ya en los 20 hospitales de la Comunidad de Madrid y muchos hospitales del resto del territorio nacional.

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