08-mar-2016
Antonia Alguacil ha sido premiada con el Premio María de Eza 2016. El Colegio de Médicos de Ceuta ha sido el impulsor de la candidatura de Antonia, más conocida como "Nona", cuyos años de dedicación y trabajo la han convertido en un referente de la neonatología en Ceuta. El Premio María de Eza a la mujer ceutí del año se creó para distinguir, reforzar e incentivar la labor desarrollada por las mujeres ceutíes en diferentes áreas, entre ellas la sanitaria.
La corporación médica de la ciudad autónoma ha resaltado su esfuerzo y dedicación en una época donde forjarse una profesión era muy complicado y, especialmente, siendo mujer y de origen humilde. Entre sus hitos se encuentra el haber ayudado a nacer a más de 18.000 niños caballas.
El presidente del Colegio de Médicos de Ceuta, Dr. Enrique Roviralta, ha arropado en el acto de entrega del premio a Nona Alguacil, junto a otros representantes sanitarios de nuestra ciudad. Este galardón se suma al reconocimiento a su trayectoria profesional por parte del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Ceuta, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (2006) y la Medalla de la Autonomía de Ceuta (2007).
Nacida en Ceuta, en el barrio de Villajovita, en 1930, estudió bachiller en el Instituto Hispano-Marroquí y se formó como enfermera, practicante y matrona en Cádiz, de donde regresó a Ceuta para dedicarse a ello, su vocación y pasión, durante medio siglo. En los años de la postguerra el que una mujer de cuna humilde decidiera estudiar y forjarse un porvenir incluso dejando el domicilio familiar para trasladarse a la península es algo que si bien entendemos hoy en día como normal, no era ni mucho menos lo habitual en aquella época y demuestra su carácter decidido y valiente a la par que su pasión por la profesión que eligió.
A nivel personal ha sido una mujer que ha ayudado y ayuda al que lo necesita. Su familia es un pilar importante en su vida. De sus padres: José y Antonia (fallecidos los dos), sólo tiene elogios, pues en una época donde las necesidades eran inimaginables, ella y sus hermanos siempre tuvieron todo cubierto, y sobre todo el amor que ellos les daban.
El trabajo de matrona en aquella época era muy complicado y distinto al de hoy en día. Anécdotas miles, cuando las mujeres parían en sus casas, ella era la matrona del distrito que iba de puertas del Campo al Monte Hacho. Noches, lluvias, falta de ropa en las casas, de espacio donde parir las mujeres. Grifos comunitarios. O cuando en Ceuta se quedaron sólo dos matronas para atender los partos porque no salió el barco y tuvieron que enfrentarse a la adversidad con abnegación y profesionalidad. Y un sinfín de situaciones que en algunas ocasiones provocaban risas y otras llantos. De los hospitales recuerda el encanto de sus iguales, y como cantaba en algunas ocasiones. Y una época en las que las auxiliares y limpiadoras eran las que le ayudaban en su trabajo, pues no había enfermeras. Estas llegaron más tarde y su labor fue incalculable.
Ha habido médicos importantes en su vida con los que compartió muchas horas de trabajo y de mutuo respeto, entre ellos destacar al general médico D. Enrique Ostalé, pues en su clínica hizo sus primeras prácticas. Ha compartido su trabajo con todos los ginecólogos que han pasado por nuestra ciudad como Paco Lara, Pérez Vera, Martín Calero, Lara Rosales, Bilfrido Santos y más recientes como José Luis Ascaso, Juan Ros, José Miguel Merino, y Pepe Ruiz. Y destacar también a innumerables compañeras y amigas con las que compartió la mayoría de su tiempo de trabajo como África Páramo, Maruja Duarte , Crisanta Álvarez, Paquita Ramírez y M. Gracia Lara.
Desde el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, desde la que es y ha sido siempre tu casa, queremos felicitarte de corazón por este nuevo galardón. Nona, te queremos.
