Área Sanitaria de Melilla

INGESA informa sobre la valoración global del Tribunal de Cuentas de la fiscalización 2022-2023 del Hospital Comarcal de Melilla

Comunicado

Aug 3, 2025

El Tribunal de Cuentas en su habitual actividad de fiscalización de centros sanitarios del Sistema Nacional de Salud ha publicado con fecha 29 de julio un informe sobre la asistencia sanitaria especializada del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria en Melilla en los años 2022-2023. Desde el INGESA se quiere aclarar a la población que en ningún punto del análisis, conclusiones o recomendaciones de las 172 páginas de las que consta este informe se dice que este servicio público sanitario sufra “gravísimas deficiencias” o expresiones de similar calado. El INGESA realiza esta comunicación necesaria a la población para salir al paso de las informaciones que se han publicado al respecto y tras conocer las afirmaciones de diversas fuentes interesadas en tergiversar la realidad del contenido de este informe.


En primer lugar, la población debe saber que las conclusiones del Tribunal de Cuentas son públicas y pueden acceder al documento íntegro, a un resumen del mismo y a la nota comunicativa del propio Tribunal de Cuentas, a través de su página web y de este enlace. Si bien, el INGESA quiere dejar claro qué contiene el informe y qué no contiene, pues se están usando ciertas afirmaciones o calificativos que no se recogen en el informe aprobado el 28 de julio de 2025 para describir la situación de la Atención Especializada y que realmente son inventadas. También quiere subrayar que la actividad que se está evaluando se corresponde con la de los años 2022 y 2023, y no del 2020 al 2022 como han señalado maliciosamente algunas fuentes. El periodo analizado, obviamente, no responde a la realidad actual en la que ya se están produciendo cambios significativos: sin ir más lejos el nuevo equipo directivo en el área de asistencia sanitaria especializada, la firma en los años 2024 y 2025 del Acuerdo de Gestión, las continuas Ofertas Públicas de Empleo o la apertura del nuevo Hospital Universitario. El proceso complejo de su puesta en marcha ha sido destacado en el último párrafo de la valoración global realizada por el Tribunal de Cuentas, según se reproduce textualmente a continuación:


Desde la anterior fiscalización del Tribunal de Cuentas no se ha apreciado un progreso relevante en la gestión del Hospital Comarcal de Melilla, la cual se ha visto también afectada durante el periodo fiscalizado por la puesta en funcionamiento de un nuevo hospital en la ciudad, que llevaba programada desde hace varios años. Mediante nota publicada por el INGESA se informa de que, el 22 de mayo de 2025, se obtuvo la licencia de centro sanitario del nuevo hospital y que su puesta en marcha se realizaría a partir del 26 de mayo de dicho año, mediante un proceso complejo que se inicia con la entrada en funcionamiento de algunas consultas externas.


Como ya se ha indicado, no se habla en ninguna de sus 172 páginas del informe de “graves deficiencias”, ni siquiera de “grave deficiencia” o “importantes deficiencias” tampoco de “ineficiencias” o “ineficacias”. Más aún, no aparecen en el documento expresiones como “carencias estructurales”, “necesidades reales de la población”, “necesidades asistenciales”, “uso inadecuado” o “demora significativa” en relación con servicios y recursos. En los últimos días, todas estas palabras, expresiones y calificaciones han sido muy pronunciadas respecto a un informe que NO las incluye en ningún caso. Sobre los recursos humanos, el documento tampoco usa calificativos como los de sobrecarga o precariedad, que se le atribuyen. El Tribunal de Cuentas tampoco hace referencia a incentivar o fidelizar, ni entra en el talento ni la retención del mismo.

Desde el INGESA, se deduce, por tanto, que las fuentes interesadas que están informando y opinando sobre el dictamen del Tribunal de Cuentas, en realidad, no conocen su contenido y se limitan a volver a los lugares comunes y las palabras gruesas que, afortunadamente para la población melillense, no tienen nada que ver con la prestación sanitaria que actualmente está recibiendo.


PARTICIPACIÓN ACTIVA DEL INGESA EN SU ELABORACIÓN


El INGESA no solo conoce el informe en profundidad, sino que ha participado activamente en su elaboración. De hecho, tanto la Dirección General del INGESA en Servicios Centrales como en el Área Sanitaria han sido agentes activos en todo el proceso de fiscalización y han sido múltiples las reuniones mantenidas, telemáticas e incluso personales, en Melilla y en Madrid para aclarar y explicar la gestión de los años 2022 y 2023.


El INGESA sabe perfectamente, por tanto, lo que el informe dice y también lo que no dice, como cualquiera que se lo haya leído. Los resultados obtenidos no son discordantes con la realidad que se vive en el resto del Sistema Nacional de Salud, como así se demuestra en informes publicados también esta misma semana referentes a comunidades como Cantabria, Extremadura, Murcia y La Rioja. Es más, en muchos indicadores analizados los resultados de Melilla son mejores, véase, por ejemplo, el número de efectivos por Área Sanitaria, datos de lista de espera, retribuciones o carga de trabajo que son mucho mejores que la media nacional.


Es decir, la sanidad melillense NO está colapsada. La sanidad melillense NO está abandonada. La sanidad melillense NO vive una grave situación. La sanidad melillense NO sufre un grave deterioro. Ni es cierto, ni lo dice el Tribunal de Cuentas. Lo mínimo exigible sería seriedad y rigor.


RECURSOS HUMANOS, EL MEJOR MOMENTO PARA MELILLA


Respecto a los recursos humanos, los datos hablan por sí mismos: desde 2020 en que el Reino de Marruecos cerró su frontera con España, la actividad asistencial ha disminuido un 34%. Es decir, hay un tercio menos de actividad asistencial. Podría decirse que, ante la actual demanda de la población que se atiende, no solo no se ha reducido plantilla, sino que la situación es incluso mejor, la plantilla del Área Sanitaria de Melilla ha seguido aumentando, lo que arroja un escenario más ventajoso para los profesionales y, por tanto, para la ciudadanía.


El inicio de la actividad en el Hospital Universitario de Melilla en mayo de este año ha coincidido con la mayor dotación de personal de la historia del servicio público de salud melillense. Alrededor de 1.100 profesionales en el Área Sanitaria están atendiendo a una población que se aproxima a las 74.000 tarjetas sanitarias. El incremento de plantilla llevado a cabo en los últimos años ha hecho posible que se disponga de un 27% más de profesionales en la última década (2014-2024), 229 personas más para atender a una población que se mantiene estable. 


Las condiciones retributivas de los facultativos especialistas (de los médicos concretamente), las más altas de todo el Sistema Nacional de Salud, y la presión asistencial significativamente menor que en el resto del país han hecho posible la captación de un 30% más de médicos en los últimos diez años, suponiendo 52 facultativos especialistas más para atender a las y los melillenses. 


Especialmente relevante para la captación y fidelización de profesionales y siguiendo la senda de la estabilidad del empleo en el INGESA se pondrán en marcha en los próximos meses nuevos procesos selectivos para personal estatutario sumando 145 plazas ofertas a las que ya se encuentran en marcha, lo que rozará las 500 plazas en prácticamente dos años. 

Hay que resaltar que en los últimos cuatro años el INGESA ha convocado y gestionado procesos selectivos que en total suman más de 900 plazas fijas, por lo que esta nueva oferta eleva a más de 1.000 las plazas de personal estatutario que accederán a un empleo fijo en este organismo público dependiente del Ministerio de Sanidad.  

VALORACIÓN GLOBAL DEL TRIBUNAL DE CUENTAS


Además de lo indicado anteriormente por el Tribunal de Cuentas en su valoración global respecto a la afectación al periodo fiscalizado de la puesta en funcionamiento del nuevo hospital, también ha señalado textualmente lo que íntegramente se reproduce a continuación:

La prestación de la asistencia sanitaria especializada por parte del Hospital Comarcal de Melilla, perteneciente al INGESA, en los ejercicios 2022 y 2023 se encuentra afectada de manera negativa por las deficiencias y debilidades detectadas en las diferentes áreas y procedimientos analizados. 

Se han detectado debilidades y deficiencias en los procedimientos de gestión de las retribuciones del personal, en la contratación administrativa para la adquisición de material sanitario y servicios para la prestación de asistencia sanitaria con medios ajenos, y en la gestión y cobro a terceros de las prestaciones de asistencia sanitaria efectuadas en el hospital. Así, destaca la relevante utilización de la contratación directa al margen de los procedimientos establecidos en la LCSP para la adquisición de bienes y servicios, que deriva en ocasiones en un fraccionamiento del objeto principal del contrato, el bajo índice de recuperación del coste de los servicios asistenciales prestados a extranjeros sin derecho a asistencia gratuita, el importante volumen de deuda por estos servicios que podría estar prescrito y que permanecía pendiente de depuración e, igualmente, las carencias de análisis justificativos para acudir a las asistencias sanitarias con medios ajenos, 

Además, existe un amplio margen de mejora en los instrumentos de planificación de la actividad, la estructura de calidad prevista en la normativa, la fijación de unos tiempos máximos de acceso para la atención sanitaria programable a los pacientes, así como en la determinación, tras los análisis oportunos, de las estrategias sanitarias segmentadas en función del género de los usuarios.

Desde INGESA se está trabajando activamente con profesionalidad, rigor y vocación de servicio público para abordar las debilidades y deficiencias identificadas en la gestión de los años 2022-2023, algunas de las cuales ya habían sido señaladas en el anterior informe del Tribunal de Cuentas de la fiscalización de la actividad asistencial del año 2016.
 

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