La transfusión sanguínea es un procedimiento terapéutico frecuente que permite disminuir la mortalidad, así como alargar y mejorar la calidad de vida de muchos pacientes mediante el aporte de componentes sanguíneos, tales como los concentrados de hematíes (CH), concentrado de plaquetas (unitarias o en pool) (CPPL) y el plasma fresco (PFC), que son los componentes habitualmente a disposición en el Laboratorio del Servicio de Transfusión del HUME, obtenidos mediante donación voluntaria y altruista.